Un producto se considera ecológico cuando cumple con los siguientes criterios:
Son biodegradables: Los ingredientes se descomponen de forma natural en poco tiempo sin dejar residuos tóxicos.
No son tóxicos: No contienen químicos agresivos que puedan dañar la fauna, la flora o la salud humana.
No contienen fosfatos ni cloro: Estos químicos son perjudiciales para los ecosistemas acuáticos.
Usan bases sostenibles: Sus componentes suelen ser de origen vegetal o de fuentes renovables, no derivados del petróleo.
Mi modelo de negocio no solo es altamente eficiente y conveniente para usted, ya que el servicio se realiza a domicilio, sino que también es respetuoso con el medio ambiente al requerir muy poca agua.